Lucy en el cielo con diamantes

En la orilla de la playa conocí a la gente del mar. La gente del mar conoce de temporadas, de veda, de tempestades. La gente del mar es fácil de distinguir, es a la le salta el niño en la mirada. La gente del mar lleva la sal por dentro. La gente del mar contempla el tiempo. La gente del mar ama como "sisiempre".  La gente del mar perdona como "sinunca". La gente del mar sonríe con el alma. La gente del mar te ve con un sol. La gente del mar abraza como para que te quedes. La gente del mar te despide como para que vuelvas. La gente del mar ignora el precio pero conoce el valor. La gente del mar tiene sazón por la vida. La gente del mar está en paz con la muerte. La gente del mar lleva música en su pecho. La gente del mar tiene el sonido de las olas en su voz. La gente del mar acaricia como aurora. Cuando conoces a la gente del mar sabes que encontraste tu hogar, tu refugio, tu lugar seguro. El camino a casa nunca se olvida, lleva siempre hacia la orilla del mar. La

"Estoy muy lejos de ser la mujer que leía el contenido calórico de los empaques y que subía de peso solo por respirar" Está es mi historia: Medir 1.67 y pesar 68kg me ponía al extremo de la proporción entre peso y altura de la establecido por los estándares de salud. Ese peso extra me hacía sentir poco hábil y poco ligera desde los 17 años, por consecuencia no me sentía bien en mi misma. Mi tendencia de comer panes y lácteos tampoco ayudaba. Parecía que tenía a la comida en mi contra; dejar de comer resulta la salida más fácil pero es sumamente contraproducente y puede acarrear problemas muy graves e irreversibles en la salud como bulimia, anorexia y la muerte. El primer error de juventud fue tomar pastillas y batidos para bajar de peso, ya que al dejar de consumirlos me añadieron peso resultado del efecto rebote. Reconocí que debía salir de de esa dinámica de "suplementos mágicos" para mi alimentación, también sabía que debía añadir el deporte como rutina. 1  TOLER

A dos años de pandemia nuestras dinámicas, actividades y prioridades de vida cambiaron. Surgieron muchos procesos en los que nuestra adaptabilidad era imperante.  En dos años de pandemia he descubierto que mi trabajo y muchos otros se puede hacer desde cualquier parte del mundo con una red de internet. La -suerte- no es la misma para todos.  Es en pandemia donde la industria del internet creció de manera exponencial y con ello las marcas con productos y servicios con presencia en la red. Sin embargo saltó a la vista el sesgo por la desigualdad tecnológica. A dos años de nueva normalidad  veo que la prevención y la adaptabilidad determina nuestra vigencia en todas las área s. También he aprendido la necesidad de crear puentes humanos, redes de apoyo con fines comunes específicos (continúo trabajando en ello) Sigo fiel a la idea que somos seres humanos relacionales y ni los 1.5m de distancia social nos separan a los que quedamos seguimos unidos a la distancia. Otra caracterís

  "Hay sueños caros y sueños baratos, pero todos tienen un precio" - Paulo Coelho Con esto se fortalece mas la idea de la vida es un intercambio en equilibrio. ¿Cuánto estamos dispuestas a intercambiar para materializar un sueño o una verdad? Desde el punto de vista femenino vemos una lucha que abona a la historia moderna desde tiempos de la revolución industrial, la primera guerra mundial, el movimiento sufragista y un sin fin de etcéteras donde los cambios han provocado un despertar de las masas y la participación de las mujeres al frente o detrás  ha sido sustancial. Todo lo anterior necesario para tener los  privilegios  de la mujer de hoy. Hay mujeres en la historia que han sido de inspiración que han mantenido su propósito de ser y por consecuencia han dejado su legado de aporte a la humanidad. Este es un secreto de la materialización, tu sueño debe ser un aporte para muchos seres humanos más. "Estamos hechos del mismo material de los sueños" -W.