Pongámosle a esto un nombre que perdure, No seamos nada
¿Miedo al
compromiso?
El miedo es un mecanismo de defensa instintivo que creamos en nuestra mente cuando percibimos que
corremos peligro ante una situación. El miedo aparece cuando nos sentimos
amenazados por un cambio que consideramos desestabilizador.
Nuestras
creencias e ideas sobre lo que debe ser una relación amorosa juegan un
papel fundamental a la hora de crear un compromiso, por ejemplo si consideramos que
formar parte de un vínculo amoroso acarreará problemas a nuestra vida, aparecerá el inminente miedo y rechazo a
iniciar una relación formal.
Es muy importante encontrar una pareja afín a nuestra percepción del compromiso y según la madurez mental de los individuos involucrados se pueden llegar a tomar acuerdos que definan el rumbo del vínculo.
Las reglas de las
relaciones abiertas son claras: Nada de reclamos, nada de exclusividad, amistad
por encima de todo, este juego al comienzo parece fácil, pero al final con
la convivencia puede ser que alguna de las partes terminen por enamorarse.
Por otra parte edificar un amor basado en los apegos es necesitar del otro del mismo modo que el niño necesita de sus progenitores: para sentirse validado, nutrido, para hallar su lugar en el mundo. Es un querer despersonalizado e inmaduro donde solo hay necesidades, miedos y dependencias…
Amor del bueno amor sin apegos, ¿Qué es?
Amar, sin desarrollar un apego dependiente, no es fácil. Si esto es así es porque la mayoría nos hemos acostumbrado a amar con condiciones. Queremos amores que se ajusten a nuestra talla, que llenen nuestros vacíos y nuestras soledades, que curen nuestras piezas rotas y que además, nos den o fortalezcan nuestras propias alas para volar. Lo queremos todo y nos olvidamos de lo más importante: empezar por nosotros mismos.
Nadie tiene la obligación de rescatarnos, de reconstruirnos o de hacer de nosotros aquello que siempre hemos soñado. La responsabilidad es exclusivamente nuestra. Sin embargo, nos hemos acostumbrado a darnos a los demás con la esperanza de sentirnos completos y realizados, de satisfacer cada una de nuestras necesidades. La explicación a este tipo de dinámica psicológica y afectiva, por curioso que nos resulte, se debe en exclusiva al tipo de sociedad en la que hemos sido educados.
Desde bien pequeños nuestra cultura nos ha transmitido la idea de que “felicidad” es sinónimo de poseer cosas, y para poseer es necesario etiquetarlo con un nombre. La idea de que nos falta "algo", orienta nuestra existencia a esa búsqueda constante por tener y acumular con la esperanza de sentirnos bien, plenos y satisfechos, acto seguido desarrollamos vínculos obsesivos con objetos, ideales y personas pensando que de ese modo, daremos sentido a nuestra existencia.
Antes de vincularnos con un "alma" debemos tomar en consideración todo lo que está en juego y sobretodo ser honestos con nosotros mismos, minimizando el riesgo de falla en nuestras relaciones amorosas.
Yo soy yo, Tú eres Tú.
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío.
Yo no vine a este mundo para vivir
De acuerdo a tus expectativas,
Tú no viniste a este mundo para vivir
De acuerdo con mis expectativas.
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya.
Si coincidimos, será maravilloso
Si no, no hay nada que hacer.
Fritz S. Perls
Si te gustó, comparte :)
⇝A. M.⤐
Comentarios
Publicar un comentario