En busca del conejo blanco
El conejo blanco ha
aparecido a lo largo de las historias míticas ancestrales, las cuales lo
describen como un ser con atributos de ternura e inocencia, sin embargo, los
historiadores han encontrado en manuscritos medievales evidencia de que la
imagen del conejo no ha sido siempre la misma.
De acuerdo con hallazgos antiguos, el conejo se representa casi como una bestia: agresivo, violento y cruel.
El conejo es un animal que ha sido una figura totémica repleta de simbolismos variados para diferentes culturas: los aztecas los referían como parte de su bestiario lunar y como representación de la abundancia agrícola; en la mitología de la India y Egipto algunos dioses aparecen reencarnados en conejos.
En el caso de los
Celtas de Irlanda y Gran Bretaña, se le veía posiblemente como un animal
sagrado, pues lo criaban para mantenerlo como compañía, absteniéndose de
consumir su carne.
En la cultura actual, se define al conejo como un guía entre mundos, despertando la
curiosidad de las personas que deciden entrar a una realidad, salir de otra o
salvarla. Expuesto está el caso en el que el escritor Lewis Carroll, a
través de su famosa obra literaria "Alicia en el país de las Maravillas!, y el ilustrador
John Tenniel, dieron a la imagen del conejo su significado más popular: el
animal blanco cuya descripción es la metáfora del tiempo.
En los sueños con
conejos encontramos significados relacionados con la familia y con el amor
y, generalmente se trata de sueños de buen augurio, con buenas noticias y
buenas perspectivas de futuro. En algunos casos, su significado es también
premonitorio.
El conejo está mas
cerca de nosotros de lo que creemos, la leyenda del conejo en la cara de
la luna, como todo mito, tiene un sinfín de versiones y es imposible
determinar su origen, pero a grandes rasgos consiste en que cuando hay luna
llena, se puede observar con claridad la silueta de un conejo que vive
eternamente en el astro.
-¿Qué estas comiendo?
Pregunto-Quetzalcóatl
– Estoy comiendo zacate, ¿Quieres?
-Gracias, pero no como zacate, tal vez muera de
hambre y sed.
El conejito se acercó a Quetzalcóatl y
le dijo:
– Mira, yo no soy más que un conejito, pero si
tienes hambre cómeme, acá estoy.
Entonces el dios lo acaricio y le dijo:
– No eres mas que un conejo, pero todo el mundo,
para siempre se va a acordar de ti,
Acto seguido lo levanto hasta la luna y
estampo su figura en ella, luego lo bajó y le dijo:
– Ahí tienes tu retrato en la luz, para todos los
hombres y para todos los tiempos.
Hay otra leyenda en la India en la cual
se afirma que Buda, en una de sus reencarnaciones fue un conejo y era amigo de
una nutria, un mono y una zorra. El conejo les propuso que en los días de luna
llena salieran a buscar comida para la gente hambrienta. Y así salieron, la
nutria trajo pescado, el mono plátanos y la zorra trajo un cervatillo.
Pero el conejo, no trajo nada, porque
solo comía hierba, y con eso no podía alimentar a la gente hambrienta, por lo
que le comunico al Rey del Cielo que se ofrecería el mismo como alimento.
El rey del cielo hizo aparecer una
fogata, y el conejo salto adentro de ella, pero el fuego que había hecho aparecer
el rey del cielo, no quemaba. El conejo se quejó, y el Rey del Cielo le dijo:
– Lo importante es que tuviste buena
voluntad y fuiste sincero cumpliendo tu promesa de sacrificarte. Tu proeza no
será olvidada. – Y acto seguido dibujo un enorme conejo en la superficie de la
luna.
Esta leyenda se transmitió y adapto en
China y Japón (En Japón es otra deidad y la leyenda se puede encontrar como
Tsuki no Usagi). También hay versiones de la historia en la cual es Buda el que
se encuentra caminando por el mundo y se encuentra un conejo, que se ofrece a
si mismo como alimento, lo que complace a Buda y lo honra colocándolo en la
luna.
Estos relatos reproducidos en lugares
lejanos sirven para explicar la leyenda del conejo en la luna, pero al mismo
tiempo nos muestran al conejo como un ser que se entrega con total amor para
ayudar a los demás, y que posee la capacidad de hasta dar su vida para alimentar a quién lo
necesita.
Parece que el mensaje
contemporáneo es claro, si ves al conejo blanco… ¡Síguelo!
Si te gustó, comparte :)
⇝A. M.⤐
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