Renuncio a ser una antigua amazona


Dentro de la mitología griega, existe un tipo de mujeres fuertes, valientes y guerreras, las Amazonas. Ellas descienden de Ares, dios de la guerra, y de la ninfa Harmonía.

Conformaban un pueblo netamente femenino, liderado por Hipólita, en su gobierno no intervenía el poder masculino y la presencia de los hombres era aceptable exclusivamente para desempeñar trabajos de servidumbre, o para 
perpetuar su linaje, mantenían relaciones sexuales con ellos una vez al año, luego de la concepción rompían los vínculos; se cuenta que sólo conservaban a las niñas y no tenían piedad si daban a luz a un varón, según algunas versiones, los mutilaban dejándolos ciegos y cojos o  incluso los privaban de la vida. Se dice también que ellas se seccionaban el seno derecho sólo para que este no les molestara a la hora de apuntar y disparar con el arco.
Poseían la virtud de saber montar a caballo, hecho que lograban tras arduas horas de entrenamiento, hasta lograr el dominio total, aunado a esto, desarrollaban una excelente capacidad para el combate.


Estas letales combatientes se organizaban en un estricto sistema matriarcal en el que la máxima autoridad era la reina y le rendían culto a la deidad femenina Artemisa (diosa de la caza).  

Las Amazonas no tenían ningún tipo de poder sobrenatural, no eran brujas, ni hechiceras, solo convivían en un grupo cerrado de mujeres forjadas por sus convicciones.







En ellas se denotan los arquetipos marcados con las características de mujeres valientes y recias que en la vida actual se reflejan en las mujeres que comúnmente llamamos luchadoras y/o guerreras, las vemos viviendo en comunidad, saliendo a “cazar” y valiéndose por ellas mismas, habiendo vencido muchos obstáculos y claramente prescindiendo de figuras masculinas en su vida,

Sistemáticamente llevan en el fondo una profunda soledad… comúnmente se ven imposibilitadas de amar verdaderamente a un hombre… suelen no confiar en él, pero incluso no confían ni en ellas mismas.

Sabemos que ser mujer hoy día implica todo un reto, debido a que la mujer actual ha decidido asumir muchos roles, muchas veces a costa del rol principal que es “El ser mujer”.

Del mito de las antiguas amazonas podemos obtener una analogía moderna, que es el de ser un excelente “jinete” de los pensamientos indomables, acabar la guerra interna y la constante lucha competitiva con el exterior para lograr profundizar en el interior y desde allí establecer la absoluta armonía y paz. Que los arcos y lanzas apunten en actos de servicio y devoción, pero sobre todo que se reconozca el papel de los maravillosos hombres que están destinados en pareja a ser Dioses... se puede reinar en conjunto en perfecto equilibrio… usando la intuición que nos ha otorgado la divina madre, junto a la voluntad del divino padre, juntos construyamos y transformemos esta hermosa tierra en lo que es... el verdadero Paraíso Terrenal.


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Fragmentos de Luz Rodriguez sercaminodeluz.blogspot.com









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