La casa de las flores en México


Es innegable que la mayoría disfrutamos y nos devoramos rápidamente los capítulos de esta serie mexicana en Netflix, pero ¿qué mensajes podemos tomar de la casa de las flores?

Por tradición las familias de la sociedad mexicana responden a un matriarcado, lo que resulta muy bien plasmado en esta envoltura un tanto cómica e irónica de la serie, sin embargo, los temas que abordan de forma superficial son realmente complejos, vamos a describir un poco la representación de cada personaje en orden de lo que consideramos importancia:

Paulina De la Mora (Cecilia Suarez), hija mayor que resulta no ser hija del matrimonio final entre Virginia (Verónica Castro) y Ernesto (Arturo Ríos), Paulina es actualmente divorciada mamá de un hijo adolescente cuya crianza se le está escapando un poco de las manos, por ser ella quien trata de apoyar a su familia para que permanezca unida evitando conflictos innecesarios y es ahí donde a causa de toda esta carga decide  refugiarse en el tafil, el uso de este fármaco le produce su peculiar hablar pausado. Y es que no hay manera de que Paulina de la Mora no sea un personaje fuerte y clave en la historia, a pesar de la noticia no sucumbió cuando su esposo José María (Paco León) decidió convertirse en transgénero y regresar a su natal España.

José María o María José (Paco León), de profesión abogado quien al final acepta criar a Bruno (Luis de la Rosa), el hijo adolescente que tiene con Paulina, forman al final una feliz y singular familia (mujer, transgénero y el hijo adolescente).

Julián De la Mora (Darío Yazbek Bernal) hijo de Virginia y Ernesto, quien se disputa internamente entre la homosexualidad y la bisexualidad, su primer encuentro homosexual lo tiene con Diego (Juan Pablo Medina) el asesor financiero de las empresas de la familia, pero al mismo tiempo mantiene una relación con su novia social Lucía (Sheryl Rubio) que encarna a una "niña bien" y manipuladora sexual cuya única meta es emparentar con "gente bien" a costa de lo que sea.

Alexa de Landa es Micaela, la hijita ilegítima de Ernesto con Roberta (Claudette Maillé) es la hija de la casa chica como le hacen llamar a la otra familia, la pequeña resulta ser muy linda pero indudablemente precoz por el ambiente en  de cabaret en el que se desarrolló.

La pareja interracial la hace Elena (Aislin Derbez) y su prometido Dominique (Sawandi Wilson), Elena  termina engañando a su prometido con Claudio (Lucas Velázquez) el hijo mayor de Roberta y también hermano de su media hermana menor Micaela.
 
Roberta (Claudette Maillé) la amante de Ernesto quien es la pieza medular de esta historia tiene un papel muy especial desde el primer episodio de la serie y hasta el final, ya que es ella quien nos narra la historia.

Virginia es la clásica matriarca que vive de las apariencias e impone su ley, aunque a veces ella rompa las reglas en el sentido de tener un relación extramarital antigua con Salomón Cohen (David Ostrosky) que fue psicólogo infantil de Paulina, Elena y Julián; otra de la peculiaridades del personaje de Virginia es el uso de la mariguana libre de sangre para uso personal, y , quien luego por azares del destino la empieza a comercializar, siendo este otro punto clave de la serie.

Ernesto es un atípico papá que elige no opinar mucho sobre las decisiones de sus hijos quizá por llevar la “fiesta en paz”, o quizá para que no le cuestionen sobre su relación extramarital, lo apreciable de él es que aceptó la preferencia sexual de su hijo sin mucha complicación.

Carmelita Villalobos (Verónica Langer) es la vecina chismosa de las mejores familias, vive sola, su esposo se ausenta seguido y a sobra de tiempo se dedica a observar lo que pasa en la casa de enfrente, pero termina cayendo en una trampa montada en la cual un stripper la pretende y se terminan enamorando, convirtiéndose en una couguar cuya jugada al parecer no acaba nada bien...



Si aún no la has visto te la contamos para que la veas con otros ojos; la serie gira en torno a varias generaciones y está muy por fuera de los clásicos estereotipos, sin duda viene a sembrar una semilla de apertura a la realidad de nuevas familias, dejando al descubierto los valores y anti-valores propios del ser humano, los secretos, mentiras y disfuncionalidades no podrán ser vueltos a esconder abajo de la alfombra de la casa de los De la Mora.

La serie parece no terminar en eso, por lo que quizá haya una propuesta de una segunda temporada, porque sin duda hay tela de donde cortar.



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⇝A. M.⤐

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